La búsqueda de un buen físio de suelo pélvico no es solo una cuestión de comodidad: es una decisión crucial para quienes quieren recuperar el control sobre su cuerpo, su salud y su calidad de vida. El suelo pélvico es una estructura clave, pero durante años ha sido ignorada, silenciada o tratada como un problema menor. Sin embargo, millones de personas —especialmente mujeres— sufren las consecuencias de su debilitamiento: pérdidas de orina, dolor, prolapsos o dificultades sexuales.

Por suerte, hoy existen profesionales especializados en fisioterapia del suelo pélvico que abordan estos síntomas con tratamientos efectivos, personalizados y respetuosos. Lejos de ser un tabú, esta terapia se ha convertido en una herramienta fundamental para recuperar fuerza, equilibrio y bienestar, tanto en hombres como en mujeres, en todas las etapas de la vida.

físio suelo pelvico

“Comencé a especializarme en fisioterapia del suelo pélvico cuando entendí lo invisible que era este problema para muchas mujeres. La mayoría llegaba después de meses —incluso años— de normalizar pérdidas de orina, dolor en las relaciones o una sensación constante de presión abdominal.”

¿Qué es la fisioterapia del suelo pélvico?

La fisioterapia del suelo pélvico es una rama especializada de la fisioterapia que se centra en la valoración, prevención y tratamiento de las disfunciones que afectan a esta zona del cuerpo. El suelo pélvico está compuesto por músculos, fascias y ligamentos que sostienen órganos como la vejiga, el útero y el recto. Su función es clave en procesos como la micción, la defecación, la función sexual y la estabilidad del tronco.

Cuando esta musculatura se debilita, se lesiona o pierde coordinación, aparecen síntomas que afectan directamente a la calidad de vida. El trabajo del fisioterapeuta especializado en suelo pélvico es evaluar con precisión la causa de la disfunción y aplicar técnicas manuales, ejercicios y herramientas específicas para su recuperación.

“En mi consulta, lo primero que intento es que la persona se sienta escuchada y sin juicio. Cada caso es diferente y muchas veces la clave está en recuperar no solo la fuerza física, sino también la confianza en su propio cuerpo.”

Principales síntomas y señales de alerta

Muchas personas no saben que lo que sienten puede estar relacionado con su suelo pélvico. Estos son los síntomas más frecuentes que indican la necesidad de una valoración:

  • Incontinencia urinaria al toser, reír, correr o estornudar
  • Urgencia miccional o dificultad para vaciar completamente la vejiga
  • Prolapsos (sensación de “bulto” o peso en la zona vaginal o rectal)
  • Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia)
  • Estreñimiento crónico
  • Dolor lumbar o pélvico persistente
  • Dolor perineal tras el parto o una cirugía
  • Sensación de debilidad o falta de control en la zona baja del abdomen

Reconocer estos signos es el primer paso para actuar. La fisioterapia pelviperineal tiene un alto índice de éxito en estos casos, especialmente cuando se trata de forma precoz y continua.

¿Quién necesita una valoración del suelo pélvico?

Contrario a lo que muchos creen, la fisioterapia del suelo pélvico no es solo para mujeres postparto. Es un recurso terapéutico eficaz para una gran variedad de personas:

Mujeres

  • Embarazadas (prevención de desgarros, preparación al parto)
  • Posparto (rehabilitación, episiotomías, cesáreas)
  • Menopausia (pérdida de tono, sequedad, dolor pélvico)
  • Deportistas (por presión intraabdominal prolongada)
  • Pacientes con incontinencia o prolapsos

Hombres

  • Tras cirugías de próstata
  • Con disfunción eréctil o incontinencia
  • Dolor pélvico crónico o neuralgias

“Trabajo con mujeres postparto, personas con prolapsos, deportistas que han debilitado su suelo pélvico sin saberlo y también con hombres que necesitan rehabilitación tras una cirugía.”

El abordaje siempre debe ser personalizado y adaptado a las necesidades de cada cuerpo.

Técnicas más efectivas en la rehabilitación pelviperineal

El tratamiento con un físio suelo pélvico va mucho más allá de hacer “kegels”. Estas son algunas de las herramientas terapéuticas más utilizadas:

  • Terapia manual: para relajar músculos hipertónicos, liberar adherencias y mejorar la movilidad fascial.
  • Ejercicios hipopresivos: muy eficaces para fortalecer la musculatura profunda sin aumentar la presión intraabdominal.
  • Electroestimulación: útil en casos de hipotonía o pérdida de control.
  • Biofeedback: permite visualizar la contracción muscular en tiempo real, mejorando la conciencia corporal.
  • Educación postural y respiratoria: clave para mantener los resultados y evitar recaídas.
  • Reeducación miccional y defecatoria: para corregir hábitos inadecuados.

“Lo que más me impacta es que muchas personas creen que es tarde para mejorar, y se sorprenden cuando ven resultados desde las primeras sesiones. Con técnicas específicas, ejercicios hipopresivos, biofeedback y terapia manual, podemos conseguir grandes avances.”

El enfoque debe ser siempre integral, respetuoso y basado en evidencia.

Beneficios físicos, emocionales y funcionales

Los beneficios de esta especialidad van más allá del síntoma puntual. Recuperar la funcionalidad del suelo pélvico mejora la calidad de vida global:

Beneficios físicos:

  • Control total sobre esfínteres
  • Eliminación del dolor en la zona pélvica o lumbar
  • Mejora en la postura y en la respiración
  • Prevención de caídas de órganos internos

Emocionales:

  • Mayor seguridad en actividades cotidianas
  • Mejora de la autoestima
  • Disminución de la ansiedad relacionada con síntomas embarazosos

Beneficios funcionales:

  • Mejora en la calidad de las relaciones sexuales
  • Retomar el deporte o la actividad física sin miedo
  • Recuperación tras el parto más rápida y segura

“Lo más gratificante es ver cómo mejora su calidad de vida: desde reír sin miedo a una fuga, hasta retomar la actividad física o recuperar la intimidad.”

¿Cómo es una sesión con un físio de suelo pélvico?

Cada sesión comienza con una valoración exhaustiva, que incluye entrevista clínica, observación postural, test de fuerza abdominal y —en muchos casos— exploración interna (vaginal o rectal) realizada con consentimiento informado.

Luego se establece un plan de tratamiento que puede incluir técnicas manuales, ejercicios activos, uso de aparatos, educación y seguimiento de hábitos.

Las sesiones suelen durar entre 45 y 60 minutos, y la frecuencia depende de cada caso: desde una vez por semana hasta sesiones quincenales.

“La clave está en adaptar la técnica al ritmo de cada persona. La fisioterapia del suelo pélvico no debería ser un tabú. Es parte fundamental de la salud.”

Mitos comunes que deberías olvidar

“Si has tenido hijos, es normal tener pérdidas.”
No, es frecuente pero no normal. Y se puede tratar.

“Solo las mujeres mayores tienen problemas de suelo pélvico.”
Cualquier persona puede sufrirlos, incluso jóvenes y deportistas.

“Ya me operé, no necesito fisioterapia.”
La cirugía puede corregir una parte, pero la recuperación funcional necesita terapia.

“Me da vergüenza, es algo íntimo.”
Es tu salud. Y los fisioterapeutas están formados para tratarte con respeto y profesionalismo.

Preguntas frecuentes sobre la fisioterapia del suelo pélvico

¿Cuándo debo acudir a un físio suelo pélvico?
Ante cualquier síntoma como pérdidas de orina, dolor pélvico, postparto, cirugía o molestias al hacer ejercicio.

¿Duele la exploración interna?
No. Se realiza con respeto, consentimiento y técnicas suaves.

¿Cuántas sesiones son necesarias?
Depende del caso. Algunas personas notan mejora desde la primera, otras requieren tratamiento de semanas o meses.

¿Se puede hacer durante el embarazo?
Sí, y es muy recomendable para prevenir problemas y preparar el parto.

¿También ayuda en problemas sexuales?
Sí. Mejora la sensibilidad, reduce el dolor y aumenta el control muscular.

Cuidar el suelo pélvico es cuidar tu salud integral

Un buen físio suelo pélvico no solo trata síntomas: te ayuda a reconectar con tu cuerpo, recuperar funciones olvidadas y eliminar limitaciones que afectan tu día a día. No importa si vienes tras un parto, una cirugía, una lesión o simplemente porque sientes que algo no va bien. Siempre estás a tiempo de mejorar.

“La fisioterapia del suelo pélvico no debería ser un tabú. Es parte fundamental de la salud.”

Reserva tu sesión con un fisioterapeuta especializado y recupera tu calidad de vida desde la raíz. El cambio empieza contigo.

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